“Alguien que me entienda”…

Cuatro mujeres sexis de Nueva York más cerca de la tierra:

en el desierto del Sahara

Después de 12 años de historia (90 episodios televisivos), y de 2 películas en pantalla (el primer film recaudó 415 millones de dólares en el mundo) basadas en la exitosa serie de HBO -escrita y dirigida paradójicamente por un hombre, Michael Patrick King-, las 4 chicas emblemas de sexo y cócteles de Nueva York muestran que el tiempo pasa. Ya no son treintañeras cuyas preocupaciones pasan por acostarse o no con desconocidos, o de subirse a unos Manolos y conquistar corriendo con ellos la Ciudad.

Mucho se imaginó de lo que pasaría en la segunda parte del film, hasta los mismos directores decidieron crear escenas para despistar a los más ansiosos: la única boda celebrada fue la de Stanford el mejor amigo de Carrie Bradshaw (Sarah Jessica Parker) y las sorpresivas apariciones de Liza Minelli, Miley Cyrus, Tim Gum y Penélope Cruz, fanática de la serie de televisión.

No hay nada nuevo: semanas atrás se mostró que cada una vive y es protagonista de la historia a la que decidieron apostar. Continúan los planteos de la maternidad, del matrimonio, de soltería, como así también los inevitables problemas laborales: Charlotte York Goldenblatt (Kristin Davis) no sabe cómo manejar la crianza de dos niñas y una nanny que deja a su marido y a más de un hombre sin suspiro. Samantha Jones (Kim Kattrall) toma cócteles, pero de hormonas y de pastillas anti-edad para sobrellevar la barrera de los 50 y encandilar a hombres de 30. Miranda Hobbes (Cynthia Nixon) se replantea su futuro de abogada y Carrie comienza a darse cuenta que después de 2 años de casada con Mr. Big (Chris Noth) y de ser la Sra. Preston, continúa sintiéndose incompleta (puede verse claramente que se deshace al pensar lo impensable para ella, convertirse en madre). Para el personaje principal de esta historia, el de Sarah Jessica Parker, es un intento por demostrar lo que quiere contar en su libro ¿Qué es lo que a una mujer de cualquier parte del mundo le pasa después de haber encontrado el amor?, ¿Qué pasa después de descubrir al hombre que pensábamos perfecto? ¿Qué pasa después de decir sí quiero? ¿Cómo hacer para que la chispa no se apague? …Es que aún no ha puesto a su amor en primer en lugar?

¿Qué quieren las mujeres?

En medio de estos cuestionamientos que tienen que ver con si están haciendo algo bien de sus vidas –nada distinto al primer film -, como también para calmar las aguas turbias surge la posibilidad de realizar un nuevo viaje, pero ya no a una Tierra Azteca, sino al Medio Oriente y totalmente glamoroso y gratuito, en medio de la recesión, gracias a las buenas relaciones públicas de la siempre sociable Samantha, la cual es invitada por un jeque de los Emiratos Árabes: Abu Dhabi. Allí las 4 amigas viven una infinidad de sentimientos encontrados y desencontrados a la vez que ponen a prueba esta amistad de acero.

Pero sabemos, toda historia tiene dos lados, y eso se muestra en esta segunda etapa de las vidas de las 4 chicas fantásticas de NY:

En la búsqueda por saber qué condimento le faltaba a su vida, y paradójicamente luego de comprar especias, en el lugar menos imaginado del mundo Carrie se reencuentra con Aidan (Jonh Corbett), el tipo sensible y buenazo con el que una vez había llegado a comprometerse. Pero sólo quedaron cenizas, porque el fuego se apagó cuando tuvo que confesar del encuentro a Mr. Big quién la esperaba del otro lado del mundo.

Mientras tanto, durante una charla nocturna y en medio de una borrachera consecuencia de un cóctel tras otro, el público es testigo de las conocidas infidencias maternales de culpa y locura entre Miranda y Charlotte, que a gran distancia se encuentran de sus niños. En cuanto a Samantha el estar en un lugar del mundo en el que la tradición mucho respeta la “virtud de la mujer”, no es impedimento para que continúe haciendo de las suyas en medio de la época de menopausia femenina que está atravesando, y provoca a tal punto de dejar sin aliento a cada hombre que pasa por su vista. En esta oportunidad el bombón con el cuál decide deleitarse es el modelo Noah Mills.

Sex & The City II sigue siendo un show de moda y parranda: es inconcebible que las mujeres se cambien incontables veces de atuendos y accesorios en el medio del desierto con más de 40 grados de calor, pero sería poco creíble que no hubiera brillo y etiquetas lujosas, entre la que se destaca la mítica y setentosa Halston Heritage, rescatada por Sarah Jessica convertida en diseñadora y directora de la misma: esto es lo que el público fiel busca ver cada vez que estos 4 personajes aparecen detrás del telón.

En el desierto marroquí estas amigas que actúan como Sras. Freudianas del Siglo XXI, son espejos de ellas mismas, las cuales a pesar de haber tenido cuatro destinos distintos comparten un idioma común, no pueden vivir las unas sin las otras y deciden mirar a la vida a la cara: cada una vive en la mente de la otra y piensa de tal forma en que no sea afectada. Si bien por momentos se llega a creer que a ellas solo las entienden los diseñadores de moda (siempre de la mano de la estilista Patricia Field), y no quienes se acuestan a su lado cada noche, demuestran que están plenamente convencidas de que finalmente tienen lo que ellas quieren, que aman lo que les tocó y que son plenamente mujeres con suerte por eso.

Esta historia en la que en todo momento y más allá de la edad y la cultura se muestra a una mujer que se siente bella y hermosa en cualquier parte del mundo, al igual que en la mítica película “The Women”, estas amigas siguen estando en el mismo lugar de siempre, y dejan en claro que por nada se debe perder la esencia, que “la amistad está por sobre todas las cosas” y que al final “el amor es lo único que queda”.

Por Griselda Maria @glamoureando

Para más chismes de clóset visita:

www.sexandthecitymovie.org y el blog de la argentina fan de Carry http://www.perrystreet66.com/